VÍA DE AGUA


Una vez en el mar, a bordo de un barco, se pretende que el agua del exterior no entre dentro poniendo en peligro enseres y el propio barco. Se debe evitar que entre agua por el casco sumergido, en forma de vía de agua. Si esto ocurre, hemos de solucionarlo lo más rápidamente posible, lo que no siempre es fácil.

Lo primero que debemos hacer es poner en marcha la bomba de achique. Seguidamente debemos probar si el agua es salada o dulce, para descartar si se trata de una fuga de los depósitos de agua dulce, lo que no supondría un gran problema. Si por el contrario es agua salada, debemos seguir buscando para localizar la vía, verificando en primer lugar los grifos de fondo, los tubos y, ante la duda, cerrarlos. Hay que tener en cuenta los del inodoro, el lavabo y los pasacascos de los instrumentos de navegación (corredera, sonda). Si nos es posible, en ocasiones, lo más fácil es localizar la vía desde el exterior, desde el agua.

Una vez localizada la vía, debemos taparla, desde el interior, con cualquier tipo de material blando o elástico disponible a bordo, desde un colchón, un cojín, un chaleco salvavidas o una prenda de ropa. Una vez taponada la vía, se debe sujetar con una plancha o madera de cortar de la cocina, un trozo de suelo o un estante, colocándolo encima y haciendo presión, bloqueándolo posteriormente con un puntal, que puede ser un mango de escoba, un bichero o un remo. Estas reparaciones provisionales deben substituirse cuando sea posible, por otras mas eficaces, como por ejemplo un espiche de madera del grosor adecuado. Lo introduciremos en el agujero y le daremos unos golpes, para encajarlo, y parar la vía de agua (por el interior o por el exterior). Si se opta por tapar la vía de agua des del interior, habrá que luchar con la presión del agua, dificultad que se eliminara si se tapa por fuera el casco, desde el agua.

Finalmente evacuaremos el agua. Utilizaremos las bombas de achique eléctricas y pondremos en marcha el motor, para que carguen las baterías. La primera bomba que hay que utilizar es la manual, obligatoria en todos los barcos. Y, si fuera posible o necesario, utilizaremos el motor como bomba de achique, para lo que se debe soltar el tubo de la toma de agua de mar para la refrigeración (cerrando su grifo de fondo) y sumergirlo en la sentina o fondo del barco. De este modo, el motor tomará agua del interior, para refrigerarse, y la expulsará fuera. También se puede desconectar el tubo del grupo de agua a presión (dulce) y sumergirlo en la sentina; abriendo el fregadero o una manguera exterior, el agua saldrá fuera. No debemos desdeñar el uso de un cubo.

Hay que tener en cuenta que, con una vía importante de agua, el nivel va subiendo y debemos evitar que llegue a la altura de las conexiones y elementos eléctricos, lo que nos impediría comunicarnos y pedir auxilio. El protocolo que debemos seguir es llamar por VHF a los medios de rescate o barcos próximos y pedir auxilio, en cuanto detectamos una vía de agua a bordo, de tamaño importante y desconocida. De esta manera, comunicaremos el problema, sin pedir ayuda ni alarmar en exceso, pero sí que notificaremos nuestra posición y la intención de localizar la vía de agua, por si se corta la comunicación debido a un cortocircuito. Se avisa de la vía de agua y se informa que, a los 10 o 15 minutos, se volverá a llamar para informar de la situación. Si no se vuelve a llamar, el rescate o barco mas cercano considerará que el problema no se ha resuelto y que necesitamos ayuda. Actuar con previsión y calma puede salvar la situación y el barco.

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