Una vez que cae el sol por el Oeste, nuestra navegación cambia. Dejamos de ver ciertas cosas y comenzamos a ver otras. Todo barco que navegue de noche debe iluminarse de manera concreta y exacta, ya no para ver, sinó para ser visto a suficiente distancia, saber que tipo de barco observamos, cual es su rumbo y sus condiciones de navegación. Las luces de navegación son imprescindibles para evitar colisiones, por lo que resulta necesario saber interpretarlas.
Reglas básicas
Los barcos de menos de 7 metros de eslora no están obligados a llevar luces de navegación de color, pero si están obligados a llevar una luz blanca en el tope del mástil, si son de vela, o en el punto más alto si son de motor; o disponer de un foco potente y móvil, para indicar su presencia.
Los barcos de menos de 20 metros deben mostrar una luz roja a babor, una verde a estribor y una blanca en popa. En estas esloras, las tres luces pueden estar reunidas en una sola, respetando sus campos de emisión de luz, y situadas en la cabeza del mástil. En los barcos a motor se suelen colocar en un pequeño mastil.
Los barcos de más de 20 metros de eslora, deben mostrar una luz roja a babor, una verde a estribor y una luz blanca en popa, en posiciones separadas, nunca reunidas en una sola.
Un barco de vela navegando a motor o a vela y motor, debe mostrar, además de las luces de navegación habituales, una blanca en el tope del mástil orientada hacia proa y con un sector visible de 225º. Esto dificulta el uso de la luz tricolor en el tope de mástil, por lo que deben estar bien diferenciadas.
Un barco fondeado, de más de 7 metros de eslora, debe mostrar una luz blanca, visible en los 360º.
No hay comentarios:
Publicar un comentario